Valores humanos y sistemas naturales
Freedom begins between the ears. Edward Abbey
La niña había perdido el rumbo. Se había alejado de las madres, las tías y las abuelas, de los padres, los tíos y los abuelos. Se había escondido a la sombra de una roca y se había quedado dormida mientras esperaba que sus hermanos y hermanas la encontraran. Ahora era de noche, nadie respondía cuando la llamaba y no podía encontrar el camino de vuelta al campamento.
La niña vagaba sola. Tenía sed, así que se detuvo en un pozo de agua para beber, y luego hambre, así que recogió algunas bayas de un arbusto. Luego la noche se hizo más fría, así que se acurrucó bajo una roca colgante, apretándose en un hueco que había atrapado el aire caliente del día. Finalmente, vio un cuervo que volaba a la luz de la luna, aleteando de árbol en árbol. La niña siguió al cuervo. Lo siguió a través de los árboles, las rocas y las colinas, hasta que por fin vio a lo lejos el resplandor de las hogueras de su pueblo.
La gente rió y lloró al mismo tiempo al ver que la niña estaba a salvo. La abrazaron y le dieron un lugar junto al fuego. Su hermanito le preguntó si había tenido miedo, pero la niña dijo: ¿Cómo iba a tener miedo? Estaba con mi madre. Cuando tenía sed, me daba agua, cuando tenía hambre, me alimentaba, cuando tenía frío, me calentaba. Y cuando me perdía, me mostraba el camino a casa.
Para muchas personas y pueblos, la tierra es mucho más que suelo, rocas o minerales. Es un entorno vivo que sostiene, y es sostenido por la gente y la cultura. Antes, la relación recíproca entre las personas y la tierra sustentaba todos los demás aspectos de la vida. En la actualidad, esta relación con la tierra sigue siendo fundamental para la identidad y el modo de vida de muchos pueblos indígenas.
Conexiones humanas con la tierra
¿Qué valores humanos transmiten los sistemas naturales? ¿Los valores de la naturaleza son objetivos o subjetivos? Algunos valores parecen estar ahí objetivamente, mientras que otros parecen asignados. En cualquier caso, ciertas experiencias que los humanos consideran valiosas requieren y son transportadas por las cosas naturales. Al examinar los tipos de valores naturales, podemos preguntarnos si, al menos a veces, el valor intrínseco de la naturaleza permite a los humanos disfrutar de estos valores.
Toda la cultura sigue ligada a la naturaleza, y las opciones dentro de los entornos construidos, aunque nos liberan en cierta medida, no proporcionan una liberación definitiva de la de la naturaleza. Los seres humanos dependen del flujo de aire, de los ciclos del agua, de la luz solar, de la fotosíntesis, de la fijación del nitrógeno, de las bacterias de la descomposición, de los hongos, las cadenas alimentarias, la polinización de los insectos, los suelos, las lombrices, los climas y los océanos. Hasta la cultura más avanzada necesita algún tipo de adecuación ambiental. Los seres humanos viven en una tecnosfera pero siguen siendo residentes en una biosfera.
Los que consideran que el valor es totalmente subjetivo sonreirán y dirán que los humanos están solo recibiendo sus emociones reflejadas. La naturaleza no es algo subjetivo que ocurra en la mente humana.
¿Por qué los humanos disfrutan de la naturaleza incluso cuando ya no la necesitan por razones vitales? Para algunos, la naturaleza es un instrumento para el rendimiento. Un campo para la destreza. Para otros, las cualidades naturales son cruciales a la hora de contemplar una actuación autónoma. Observan los cúmulos que se forman sobre las montañas, la oscuridad engullendo el fondo de los cañones. Para el primer grupo, la naturaleza es un lugar para mostrar lo que pueden hacer, para el otro, el valor se alcanza a medida que se les hace partícipes del espectáculo de la naturaleza. Estos dos tipos de valor (el gimnasio y el teatro) pueden combinarse a menudo, como cuando un alpinista disfruta del esfuerzo de subir a una montaña mientras también se detiene junto a la cascada en el camino.
El ser humano busca lo salvaje como alternativa al entorno construido. Escalar, montar un campamento, cruzar un lago. Lo simple en contraste con la comodidad. Lo libre en contraste con la remuneración. Aquí los humanos valoran la naturaleza de forma no económica por sus características no construidas. ¿Es acaso un valor de evasión? El valor de alejarse de todo, o el valor de volver a todo.
We need the possibility of escape as surely as we need hope. Edward Abbey
Inspiración
Como siempre, referencias para tirar del hilo.
-Por Héctor Sanmiguel
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